Auténticos. El mejor camino para ser feliz

AUTÉNTICOS. EL MEJOR CAMINO PARA SER FELIZ

Auténticos

  • SARRAIS, FERNANDO
  • Editorial: EDICIONES PALABRA, S.A.
  • Año de edición:2022
  • ISBN:978-84-1368-155-9
  • Páginas:144
  • Encuadernación:Rústica
  • Precio: 9,90 € (IVA incluido)

Índice

  1. Introducción.
  2. Definición y concepto de verdad.
  3. Tipos de verdades: medias verdades, mentira piadosa, verdad subjetiva y objetiva, verdad absoluta y relativa, verdad teórica y práctica.
  4. Belleza, bondad y verdad.
  5. Verdad, libertad y felicidad.
  6. Autenticidad y asertividad.
  7. Veracidad, autenticidad y valentía.
  8. Autenticidad y vergüenza.
  9. Sinceridad en las relaciones sociales.
  10. Mentira, falsedad, engaño, disimulo, hipocresía, fraude, calumnia, farsa, estafa, bulo, timo.
  11. Autoengaño y engaño a los demás.
  12. Ignorancia, duda, error.
  13. Distorsiones de la verdad: fantasías y delirios.
  14. Epílogo.
  15. Bibliografía.

Introducción

El ser humano tiene unas facultades -físicas y mentales- que le ayudan a sobrevivir biológicamente y a ser feliz psicológicamente. Cada facultad tiene una determinada necesidad que impulsa al sujeto a actuar para satisfacerla, y al hacerlo se va mejorando la facultad hasta llegar a la plenitud de la que es capaz según su dotación genética. Las necesidades insatisfechas producen malestar y su satisfacción, bienestar.

Hay necesidades biológicas que se deben satisfacer para mantener la salud física y la calidad de vida (comer, beber, dormir, respirar, procrear). Hay necesidades psicológicas cuya satisfacción produce sentimientos positivos o de bienestar (seguridad, estima, pertenencia, identidad). Y hay necesidades espirituales cuya satisfacción produce felicidad (saber y amar).

En otros libros he explicado las necesidades psicológicas, por eso en este voy a centrarme en la necesidad de conocer la verdad, para adaptarse bien a la realidad y poder conocer el modo de vivir una vida feliz.

La necesidad de saber tiene su origen en la facultad de conocer, que se llama inteligencia (razón, pensamiento) e impulsa a saber con veracidad qué son las cosas, cómo son las personas, cómo es uno mismo, y cuál es la finalidad de la vida y cómo alcanzarla. Con el conocimiento verdadero de la realidad se puede acertar a vivir bien, y así evitar los errores y los conflictos que hacen sufrir y pueden causar la enfermedad y la muerte.

La necesidad de saber se manifiesta en el impulso a preguntar, curiosear, investigar y experimentar, que siente el ser humano desde el inicio de su vida. El descubrimiento de una verdad produce alegría, y el amor impulsa a trasmitirla a los seres queridos para que también se alegren. Este fenómeno psicológico está en el origen de las instituciones de enseñanza, de la literatura, de los diversos medios de información y de la red de internet, que sirven para extender el conocimiento de la verdad.

En cambio, no sentimos la necesidad de transmitir la mentira o el error, que a veces se difunden porque se piensa erróneamente que son verdad o por el interés de engañar a los demás para que actúen en beneficio de los que los difunden. Más adelante se explicará la razón más frecuente por la que las personas mienten, que no es una razón de la razón sino de la afectividad el miedo a sufrir.

Esta necesidad y deseo de verdad se manifiesta también en diversas experiencias psicológicas, como son: el fuerte impulso que se siente a corregir a alguien que dice algo erróneo y el malestar que se siente cuando se lee algo que contiene un error o una mentira; el malestar y el rechazo que producen la mentira, el error, la ignorancia y todo lo que no es verdadero (bulo, timo, engaño, fraude, estafa, calumnia, disimulo); el malestar que produce el hecho de que alguien no crea que le estamos diciendo la verdad o lo ponga en duda, y, por lo tanto, nos considere mentiroso o falso; y el sentimiento agridulce que tiene el mentiroso cuando ve que alguien cree su mentira, pues, por una parte, le engaña para sentirse bien, pero, por otra, se siente mal por estar engañándole, siendo este malestar mayor cuando la persona a la que se engaña es un ser querido, y es menor cuando no le creen su mentira.

Otro ejemplo que manifiesta la natural atracción por la verdad es el malestar y el conflicto interior que producen los modos de vida inauténticos o falsos:  una vida de aparente fidelidad a una persona, al mismo tiempo que se lleva una vida de infidelidad con ella, como ocurre con una persona casada que tiene a la vez un amante; una vida de aparente trabajo esforzado cara algunas personas, a la vez que se lleva una vida de capricho y comodidad en ausencia de esas personas; una vida de leal amistad con un amigo, a la vez que se es desleal con él al estar con otras personas; una vida de aparente honradez, al mismo tiempo que se lleva una vida oculta de corrupción.

La necesidad y atracción por la verdad se manifiesta también en el hecho de que cuando alguien, por ignorancia, dice o hace algo erróneo o falso, y es corregido o se da cuenta él mismo del error, se siente mal por haber faltado a la verdad y siente un fuerte impulso a rectificar de modo inmediato diciendo o haciendo lo que es verdadero o correcto. De lo cual, se deduce que la verdad conocida compromete a ser fiel a ella y a no traicionarla, es decir, toda persona siente un natural impulso a decir o hacer lo que es verdadero, salvo en los casos en los que el miedo, la vergüenza o el interés de buscar sentirse bien impulsan a mentir, todo lo cual lo veremos con detalle más adelante al analizar las razones de la mentira y la falsedad. Además, cuando alguien se da cuenta de que ignora, duda o está en el error se siente frustrado, triste, inseguro y temeroso, y se ve impulsado a conocer la verdad para sentirse bien.

Todo lo que satisface una necesidad obtiene el calificativo de valioso y es apreciado, admirado y deseado. Lo contrario ocurre con lo que deja insatisfecha cualquier necesidad. Por esta razón, las cosas y personas auténticas (verdaderas) son estimadas y queridas, y producen felicidad cuando se poseen. Por el contrario, las personas y las cosas falsas producen frustración, ira, rencor y rechazo.

De lo anterior, se deduce que lo natural es que toda persona luche con decisión por ser sincera y auténtica. Por eso, sorprende que se haya generalizado tanto la tendencia a mentir y falsear las cosas, incluso se hayan puesto de moda las “fake news” (noticias falsas) para crear confusión y conflicto, con el fin de desviar la atención hacia ciertos temas y obtener ganancia en río revuelto. Por lo tanto, la causa de esta frecuente tendencia a mentir y a falsear las cosas parece que es más potente que la tendencia natural hacia la verdad.

Con este libro intento aportar algunas luces sobre la motivación para decir la verdad y ser auténtico; para mentir y ser falso o hipócrita; y sobre las consecuencias a corto y largo plazo de una y otra manera de ser y de actuar, con el deseo de disminuir y evitar la tendencia a la mentira, que es perjudicial para los individuos particulares y para la sociedad en general.

Epílogo

Vivimos en un momento cultural y social en el que “el fin justifica los medios”, y, por eso, se exagera la importancia de la apariencia física para dar una imagen valiosa, aunque sea falsa y se mienta para lograrlo, con el fin de ser estimados y queridos. En el que; si se ha de engañar para triunfar, el engaño está justificado, mientras no te descubran. En el que; el objetivo fundamental es sentirse bien o no sentirse mal, aunque para ello haya que mentir a los demás o mentirse a uno mismo para no sentirse culpable, fracasado o rechazado. En el que; la verdad no es la verdad, sino mi verdad, la que me interesa creer para sentirme bien. En el que; la facultad humana que se utiliza como guía para vivir, no es la razón ni la voluntad libre, sino la afectividad y, por lo tanto, todo vale para sentirse bien.

A la vez, es un momento en el que hay un continuado aumento de los casos de depresión, angustia, suicidios, adicciones, violencia física y sexual. Y hay datos para pensar que puede haber una relación entre estas patologías y el escaso valor teórico y práctico que se da a la verdad y a la autenticidad; y se piensa que el puente que relaciona estos dos hechos es la manera de ser de las personas, que se está desarrollando mal por una educación excesivamente volcada en lograr el éxito exterior (académico, laboral, deportivo, social y sentimental), a costa de abandonar la búsqueda del éxito interior, que es la felicidad.

Teniendo en mente esta situación social, educativa y psicológica, con este libro intento subrayar la importancia de la sinceridad y la autenticidad, y animar a vivirlas y a enseñarlas a vivir a los jóvenes, para que sean felices y para prevenir las patologías mentales. Espero haberlo conseguido, al menos en cierta medida.